Salud

Un análisis de sangre predice el daño de alzhéimer 16 años antes de los primeros síntomas

La prueba también puede identificar la neurodegeneración propia de otras enfermedades cerebrales, como la esclerosis múltiple

Un simple análisis de sangre detecta de manera precoz los primeros signos de daño cerebral en personas que van a desarrollar la enfermedad de Alzheimer, incluso antes de que muestren signos de confusión y pérdida de memoria. Basta con identificar niveles elevados de una proteína. Los hallazgos, publicados hoy en «Nature Medicine», podría para identificar, en el futuro, de forma rápida el daño cerebral en personas no solo con enfermedad de Alzheimer, sino también con otras patologías neurodegenerativas como esclerosis múltiple, lesión cerebral traumática o accidente cerebrovascular.

«Estamos hablando de algo que sería fácil de incorporar a la práctica clínica» señala Brian Gordon, de la Universidad de Washington-St. Louis (EE.UU.) y autor del estudio.

Los investigadores han validado su prueba en personas con alzhéimer, porque se sabe que sus cerebros sufren mucha neurodegeneración, pero, advierte, «este marcador no es específico para la enfermedad de Alzheimer. Los niveles altos pueden ser un signo de muchas enfermedades y lesiones neurológicas diferentes». Otros tipos de daño neurológico pueden hacer que la proteína se desparrame de las neuronas hacia la sangre. Por ejemplo, las personas con demencia de cuerpos de Lewy y enfermedad de Huntington tienen nieveles elevados de esta proteína que aumenta en personas con esclerosis múltiple durante un brote.

En concreto, el test de sangre detecta una proteína estructural que forma parte del esqueleto interno de las neuronas –la cadena ligera del neurofilamento-. Cuando las neuronas del cerebro se dañan o mueren, la proteína se filtra hacia el líquido cefalorraquídeo que baña el cerebro y la médula espinal y, desde allí, al torrente sanguíneo.

El test de sangre detecta una proteína estructural que forma parte del esqueleto interno de las neuronas –la cadena ligera del neurofilamento
Se sabe que la presencia de niveles elevados de esta proteína en el líquido cefalorraquídeo es un marcador de que algunas de sus células cerebrales se han dañado. Pero la obtención de líquido cefalorraquídeo requiere una punción lumbar, una prueba dolorosa con cierto riesgo, que hace que muchas personas sean reacias a hacerse. Lo que ahora responde este trabajo es si estos niveles de la proteína en la sangre también reflejan daño neurológico.

Mathias Jucker y su equipo del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas en Tübingen, junto a sus colaboradores, estudiaron a un grupo de familias con variantes genéticas raras que causan la enfermedad de Alzheimer a una edad temprana, generalmente a entre los 30 y 50 años. Las familias forman parte de una población de estudio de la Red de Alzheimer de Herencia Dominante (DIAN en inglés), un consorcio internacional liderado por la Universidad de Washington que está investigando las raíces de la enfermedad de Alzheimer.

Un padre portador de esta mutación tiene una probablidad de un 50% transmitir el error genético a su descendencia y, cualquier niño que herede una variante, tiene casi una garantía de desarrollar síntomas de demencia a la misma edad que sus padres. Este espacio temporal brinda a los investigadores la oportunidad de estudiar lo que sucede en el cerebro durante los años previos a la aparición de los síntomas cognitivos.

Afectados y familiares
Los investigadores estudiaron a más de 400 personas que participaron en el estudio DIAN: 247 portaban una variante genética de inicio temprano y 162 eran familiares no afectados. Cada participante había donado sangre, se había sometido a exámenes cerebrales y completado una batería de pruebas cognitivas. Aproximadamente la mitad se había evaluado más de una vez, generalmente con una diferencia de dos a tres años.

El trabajo mostró que aquellos con una variante genética defectuosa tuvieron los niveles de proteína más altos desde el principio, y éstos aumentaron con el tiempo. Por contra, los niveles de proteína eran bajos y, en gran medida, estables en personas con la forma saludable del gen. Un dato muy relevante es que esta diferencia se pudo detectar muy precozmente: 16 años antes de la aparición de síntomas cognitivos.

Un kit comercial, muy similar al utilizado por los autores, está disponible para analizar los niveles de proteínas en la sangre
Además, cuando los investigadores analizaron los cerebros de los participantes, descubrieron que la rapidez con la que aumentaban los niveles de proteínas se correspondía con la reducción de una parte del cerebro involucrada en la memoria. «Este podría ser un buen biomarcador preclínico para identificar a aquellos que desarrollarán síntomas clínicos», reconocen.

Para averiguar si los niveles de proteína en la sangre podrían usarse para predecir el deterioro cognitivo, los investigadores recopilaron datos sobre 39 personas con variantes causantes de enfermedades. Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales y dos pruebas cognitivas: el Mini-Mental State Exam y la prueba de memoria lógica. Así, descubrieron que las personas cuyos niveles de proteína en la sangre habían aumentado rápidamente tenían más probabilidades de mostrar signos de atrofia cerebral y disminución de las capacidades cognitivas.

Predicción clínica óptima
«Será importante confirmar nuestros hallazgos en la enfermedad de Alzheimer de inicio tardío y definir el período de tiempo durante el cual los cambios en esta proteína deben evaluarse para una predicción clínica óptima», señala Jucker.

Las personas cuyos niveles de proteína en la sangre habían aumentado rápidamente tenían más probabilidades de mostrar signos de atrofia cerebral y disminución de las capacidades cognitivas
Un kit comercial, muy similar al utilizado por los autores, está disponible para analizar los niveles de proteínas en la sangre, pero las autoridades sanitarias de EE.UU. (FDA) no lo ha aprobado para diagnosticar o predecir el riesgo de daño cerebral de una persona. Antes de que una prueba de este tipo pueda usarse para pacientes con alzhéimer o cualquier otra patología neurodegenerativa, los investigadores deberán determinar qué cantidad de proteína en la sangre es demasiado alta y cómo de rápido pueden aumentar los niveles de proteína antes de que se convierta en una señal de alerta.

Fuente:  ABC Salud

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