Tras el alta: “El que des negativo no significa que tú estés bien”
Este superviviente de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), que prefiere no ser identificado, resume su estado en seis palabras: “Yo ya no soy el mismo”.
Falta de aire, mareos y dolor de cabeza encabezan la lista de malestares que padece. “Desde que tengo cinco o diez minutos hablando me sofoco”, cuenta. Por sus conversaciones con otros supervivientes de la COVID-19, sabe que no es el único en sentirse así.
Uno de los medicamentos que le administraron durante su internamiento le provocó una taquicardia que aún no desaparece. Su apetito ha cambiado (en el hospital llegó a durar 12 días sin probar bocado) y hasta su ánimo ha decaído.
“Me deprimo mucho, cosa que antes no me pasaba”, admite el hombre de 38 años que recuerda el aislamiento como una experiencia “psicológicamente horrible”. Enfermo y separado de todo ser querido, vio a otros infectados morir a su lado.
Las secuelas emocionales se suman a los síntomas físicos que experimenta y por los que planea visitar varios especialistas médicos. “El hecho de que tú des negativo no significa que tú estés bien”.
Se requiere más investigación
Debido al poco tiempo transcurrido desde su descubrimiento y al poco conocimiento que hay sobre el virus SARS-CoV-2, resulta prematuro hablar de las secuelas permanentes que quedarían en un paciente que ha sufrido COVID-19, asegura la neumóloga internista María Nícida Beltré. Sin embargo, por las manifestaciones de la enfermedad y su abordaje terapéutico infiere que podría dejar consecuencias físicas, funcionales y psíquicas.
“Esto -aclara la doctora- requiere estudios e investigación posteriores”.
A nivel pulmonar, como secuela quedaría la fibrosis pulmonar, lo que llevaría a un pulmón rígido endurecido con todo lo que ello implica.
Pero los malestares que experimenta un superviviente de la enfermedad no tienen que derivarse directamente del paso del virus por su organismo. Algunos problemas pueden obedecer al largo período de internamiento y a las condiciones de este.
Los pacientes que pasan tiempo prologado en ventilación, cita Beltré, pueden tener atrofia muscular y debilidad general. “Esta última puede ser transitoria; con alimentación apropiada y rehabilitación física los pacientes vuelven a la normalidad”.
En el campo psicológico, entretanto, habría consecuencias que van desde el miedo permanente hasta la depresión.
“Nuestro llamado siempre es a la prevención, al distanciamiento social, lavado constante de las manos y uso de mascarillas permanentes”, aconseja la especialista.
EN PALABRAS DE LA EXPERTA
María Nícida Beltré: “La capacidad pulmonar puede verse disminuida”
Dadas todas las explicaciones e incluso las autopsias estudiadas, en el pulmón con COVID-19 se dan dos tipos de situaciones: una en la microcirculación y otra inflamatoria. Todo esto pasa en el intersticio del pulmón, o sea, en la parte de parénquima pulmonar donde se realiza el intercambio gaseoso. ¿Qué alteraciones vamos a tener a nivel pulmonar? El virus apenas tiene meses, pero podemos dilucidar qué pasará en el pulmón de un paciente que haya sufrido COVID-19.
Como se da una respuesta inflamatoria tan extensa, hay afectación de la microcirculación o pequeños trombos, el paciente puede quedar con secuelas tanto ventilatorias como circulatorias, o sea, va a tener trastornos fisiológicos pero también físicos.
Va a haber fibrosis, esa fibrosis va a dificultar la oxigenación, por lo tanto, puede ser que el paciente sea un candidato permanente a tener concentraciones de oxígeno bajas, en algunos momentos puede depender de la oxigenoterapia permanente, pero en otros solamente tener una ligera disminución de la oxigenación compatible con su quehacer diario. Vamos a tener, entonces, trastornos de la ventilación. Ese paciente puede tener algunos valores bajos como la capacidad pulmonar total e incluso el volumen inspiratorio forzado en el primer segundo.
María Nícida Beltré es neumóloga internista – función pulmonar
JACLIN CAMPOS/Listín Diario
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