Estudio dice cómo tener niños felices y ser buenos padres
Luego de la segunda Guerra Mundial, científicos en el Reino Unido comenzaron un estudio sobre las condiciones de las madres en el país devastado por ese conflicto. Se interesaron y entrevistaron a toda mujer que había dado a luz en una misma semana de 1946. El resultado fue un cuestionario detallado que sirivió de base para una próxima investigación.
Una generación más tarde, en 1958 lo hicieron de nuevo y así sucecivamente hasta el nuevo milenio, entrevistaron en total a 70,000 niños mientras se encaminaban por la vida por un período de 70 años. Se fijaron en cómo les iba en términos de salud, educación, economía y en prácticamente todo. Podrán imaginarse los montones y montones de data generada.
Pero; ¿a dónde llegaron con esto? Esta es la pregunta que la autora Helen Pearson, periodista y científica, respondió en el libro sobre el estudio llamado The Life Project (Proyecto de Vida).
La científica dice que los estudios muestran que es sumamente importante que los niños nazcan en un hogar favorable en el cual sus padres puedan cubrir todas sus necesidades, porque ponerlos en desventaja a muy temprana edad tiene una influencia profunda en cómo se desarrollará el resto de sus vidas. Por consiguiente, aquellos que nacieron en hogares pobres o con distintos problemas como mala alimentación, hacinamiento y otros, tienen más dificultades en la vida. “Sin embargo, como saben, muchas personas tienen un comienzo difícil, pero les termina yendo bien y este estudio comienza a explicar cómo”, expresa Helen.
Aquí el elemento principal son los padres, dice la escritora. Aquellos progenitores que se preocupan por los niños y son ambiciosos con su futuro les dan más probabilidades de salir de un comienzo difícil. “Parece que lo que hacen los padres es muy importante, especialmente en los primeros años de vida”, explica.
Aunque cosas como hablar y escuchar a los hijos, ser cariñosos y llevarlos a pasear parecen simples y más que obvias, estas pequeñas cosas pueden ayudar a los padres de familias más pobres a reducir en un 50% un comienzo difícil para sus hijos. El otro 50% tiene que ver con la economía y la política del país, y esto forma parte de una solución aun más compleja en la que los padres tienen mucho menor influencia.
El estudio ha arrojado algunos puntos que pueden ayudar a los padres a encaminarlos:
Hablar y escuchar a tus hijos.
Hacerles entender que tienes ambiciones por su futuro.
Ser cariñoso y cálido.
Enseñarles las letras y números.
Llevarlos de paseo y en excursiones.
Leerles todos los días y entusiasmarlos para que lean por placer.
Mantener un horario fijo de ir a dormir.
Por: Ariel Pérez/ Diario Libre
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