Cultura

En torno a la escritura del apodo el Abusador y otros alias

Las reglas acerca del uso de las letras mayúsculas están claramente definidas en la “Ortografía de la lengua española” (OLE, 2010); pero a pesar de esto son muchos los usuarios de la lengua, especialmente periodistas, que escriben dichas letras como si tales reglas no existieran. Es lo que sucede, por ejemplo, con la escritura de los sobrenombres, apodos o alias y seudónimos, vale decir, cada quien los escribe a su manera, como bien se pone de manifiesto en la escritura del apodo del famoso narcotraficante César Emilio Peralta, el cual, en los diarios dominicanos, aparece escrito de las más diversas e incorrectas formas : César (El Abusador); César, «El Abusador»; César, El abusador; César, el abusador; pero mayoritariamente, César El Abusador.

Tanto el texto precitado como el “Diccionario panhispánico de dudas” (DPD,2005) establecen que los sobrenombres, apodos o alias y seudónimos deben escribirse con letra inicial mayúscula, los sustantivos y adjetivos que los componen, y en minúscula inicial, el artículo que habitualmente los precede, por no formar este parte de la denominación, como bien se aprecia en los ejemplos que siguen: César Emilio Peralta, el Abusador; Héctor Acosta, el Torito; Fernando Villalona, el Mayimbe; Frederick Martínez, el Pachá; Johnny Ventura, el Caballo Mayor; Alfonso X el Sabio; Jack el destripador; Fefita la Grande; Isabel la Católica y el Pobrecito Hablador. Este último, seudónimo del escritor Mariano José de Larra.

Si el artículo que antecede a los sobrenombres, apodos y seudónimos va precedido de las preposiciones a o de, forma con ellas las contracciones al y del: a) Las autoridades no han podido apresar al (no a el) Abusador b) Me encantan los merengues del (no de el) Mayimbe.

Y en cuanto a las marcas tipográficas (comillas, cursivas y paréntesis), estas denominaciones no las requieren, salvo casos especiales, como ocurre en el español de América, en los que se hace necesario marcar con cursivas o comillas los apodos que, sin artículo previo, están colocados entre el nombre de pila y el apellido:

a) Joaquín «el Chapo» Guzmán

b) Ernesto «Che» Guevara.

c) Roberto «Mano de Piedra» Durán

En los medios de comunicación dominicanos, sin embargo, es frecuente encontrar frases del tipo:

a) «Se entregó este lunes a la Policía Luis Alexánder Lambert (La Falacia)

b) «Fefita La Grande enfurece por meme sobre su muerte»

c) «Ministerio Público detalla cómo va el caso César “el abusador”

d) «Se entrega a las autoridades otro de los vinculados a red de César El Abusador»

e) «César Peralta “ El Abusador” dice que se entregará, pero a la DEA»

f) «Fernando Villalona, El Mayimbe, es uno de los intérpretes del gusto popular que ha logrado mantenerse en el mercado a través de los años»

En consecuencia, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido escribir:

a) «Se entregó este lunes a la Policía, Luis Alexánder Lambert, la Falacia»

b) «Fefita la Grande enfurece por meme sobre su muerte»

c) «Ministerio Público detalla cómo va el caso César, el Abusador”

d) «Se entrega a las autoridades otro de los vinculados a red de César, el Abusador»

e) César Peralta, el Abusador, dice que se entregará, pero a la DEA»

f) f) Fernando Villalona, el Mayimbe, es uno de los intérpretes del gusto popular que ha logrado mantenerse en el mercado a través de los años»

Apodos y sobrenombres: diferencias

Apodos o alias. Son denominaciones de carácter descriptivo basadas en algún rasgo o condición de la persona que nombran. Se utilizan en lugar del nombre propio (el Abusador, el Torito, la Hormiga Atómica, el Cocodrilo) o acompañando a este (César Peralta, el Abusador, Héctor Acosta, el Torito, Luis Polonia, la Hormiga Atómica, Nelson Javier, el Cocodrilo), funcionando, en tal virtud, como aposición explicativa, razón por la cual debe separarse mediante coma del nombre que acompaña.

Sobrenombres. Son nombres que suelen añadirse o sustituir al nombre verdadero de una persona y que hacen referencia a algún defecto, cualidad o característica física o moral que distingue a esta. Se trata de calificativos que siempre deben ir acompañados del nombre propio de una persona, del cual, contario a lo que sucede con los apodos, no deben separarse con coma: (Alfonso el Sabio, Fefita la Grande, Isabel la Católica).

Por: Domingo Caba Ramos/Diario Libre

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