Panorama

El deterioro en el trato personal antecede a la violencia de género

Formación. Desde la niñez se crean las condiciones para la este comportamiento. El silencio. Contrario a lo que se cree, callar ante el maltrato agrava más la situación.

Un hombre asesinó a su excuñada y emprendió la huida tras el crimen.

Los familiares de la víctima dicen que Francisco Antonio Vélez mantuvo una relación de constantes maltratos con la hermana de la fallecida.

Otro arrebató la vida de su pareja tras propinarle una estocada con unas tijeras, los vecinos aseguran que siempre vivían riñendo y luego se reconciliaban. Ambos casos, junto a los citados en estadísticas oficiales, publicados en medios de comunicación, redes sociales y los que pasan desapercibidos, tienen el elemento de degradación en el trato personal entre parejas y exparejas.

“No se da el caso de que un hombre conoció a una mujer hoy y la mata mañana, en violencia de género no pasa así”. indicó Luis Vergés director del Centro de Intervención Conductual de la Procuraduría.

Manifestó que la violencia de género es una mentalidad que se va construyendo a partir de una serie de ingredientes, entre estos el machismo y la falta de consecuencias.

“Si la persona consigue lo que quiere a través de la violencia, lo va a seguir procurando por esa vía. Cuando trae consecuencias negativas para el agresor llegará un momento en que dejará de emplearla”, agregó.

Los especialistas de la conducta coinciden en que la violencia de género es un comportamiento aprendido y que va fortaleciéndose con los años.

Factores de violencia

Hay tres factores que determinan la creación de un agresor. Los primeros son los predisponentes, que están presentes desde la niñez e incluyen el maltrato entre los padres y tutores, o provenir de un hogar destruido por la violencia de género, un entorno agresivo; disciplinar desde el temor, utilizando el maltrato físico, y carencias emocionales en la madre, que según los especialistas es el principal soporte afectivo en la crianza.

El terapeura familiar José Díaz manifestó que los niños no nacen con el patrón de golpear o maltratar, pero si lo ven, lo aprenden. “Se debe disciplinar desde la base del amor, pero nunca a través del maltrato”, señaló.

Se agregan a los factores predisponentes las costumbres sociales influenciadas por el machismo, entre las que se encuentran: respeto y obediencia irracional al hombre, censura desde la escuela a las niñas embarazadas, las cuales son apartadas de sus compañeros, y carencias en el currículo educativo sobre la necesidad de forjar una mentalidad diferente.

Los segundos factores que participan en la formación de un agresor son los mantenedores.

Vergés explicó que estos tienen que ver con condiciones que al estar presentes en la vida del hombre complican las posibilidades de que puedan renunciar a la conducta violenta. Los mantenedores pueden ser: mensajes distorsionados en los medios de comunicación, malas interpretaciones religiosas, ideologías coercitivas, como el machismo, la xenofobia y el racismo, las cuales inciden indirectamente en el pensamiento dominante del agresor en formación.

El último eslabón en la creación de un violento son los factores detonantes, se refieren a situaciones que provocan explosiones de ira. Incluyen carencias económicas, quejas constantes, discusiones acaloradas, humillaciones, celos desmedidos, transmisión de enfermedades venéreas, etc.

“La violencia es la expresión de una ira no controlada. La ira no es mala, es una de las cuatro emociones primarias, que incluyen el miedo, la alegría y la tristeza, todo el mundo siente ira, el problema es no saber controlarla por carecer de inteligencia emocional”, dijo Díaz, que se ha dedicado en los últimos años a impartir charlas educativas dirigidas a jóvenes universitarios orientadas a la construcción de la autoestima.

Reescribir patrones

El psiquiatra José Gómez  Monegro recomienda prevenir la aparición de conductas del maltratador desde la infancia.

“Desde que una madre descubre que uno de sus hijos está teniendo mal manejo de la ira, descontrol de los impulsos, amenaza y otros síntomas de violencia , hay que buscarle ayuda inmediata, porque eso se puede prevenir a través de enseñarle a desmontar ese sistema de creencias, reforzándolo con potencializadores y educándolo emocionalmente”, dijo Gómez.

Otra recomendación es dirigida a la mujer, la cual debe frenar al hombre desde la primera aparición de la conducta agresiva y hacerle entender que no está dispuesta a soportar ningún tipo de abuso; eso detendrá la actitud.

—1— Asistencia
1,203 es la cantidad de atenciones brindadas por el Ministerio de la Mujer al tercer cuatrimestre de 2018.

—2— Porcentaje
La tasa de feminicidios es de 2.2 por cada 100,000 mujeres en República Dominicana.

—3— Sociocultural

Psiquiatra dice el aprendizaje cerebral ha sido estructurado en base al machismo.

El silencio es un enemigo mortal

Apoyo Basadas en un falso instinto de preservación de estatus social, muchas mujeres deciden callar. Sin embargo, el primer paso para frenar la violencia de género es identificarse como víctima y proceder a delatar al agresor.

El psicólogo Luis Vergés advierte que de no ser así la otra persona será incapaz de hacer conciencia de que está en una condición de agresor y esa falta de conciencia impedirá que se pueda avanzar y eliminar la conducta.

Asegura que una de las estrategias que se le dan a las mujeres es romper el silencio y obtener una red de apoyo.
“Erróneamente se cree que cuando esto se hace una mujer se pone en peligro y es lo contrario pues los agresores acostumbran a comprarle el silencio para mantener intacta su conducta.”

Por: Anyelo Mercedes/  El Día 

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