Salud

El Alzheimer no es cosa de la edad: síntomas y señales del inicio precoz de esta enfermedad

Cuando pensamos en la enfermedad de Alzheimer, solemos relacionarla con el envejecimiento, sin embargo, es una idea errónea. Platicamos con una especialista en Neuropsicología, sobre los síntomas y señales del inicio precoz de esta enfermedad, y otros estigmas que es importante romper.

Hablar de Alzheimer, es pensar en una persona de la tercera edad. Suele creerse que es una consecuencia común del envejecimiento, sin embargo, es un mito que los especialistas y asociaciones intentan desmentir.

Un problema de memoria severo, es un indicativo de una condición que afecta al cerebro, como lo es la enfermedad de Alzheimer. En Salud180 platicamos con la Dra. Adela Hernández Galván, neuropsicóloga con doctorado en Psicología, sobre esta enfermedad, los factores de riesgo, su inicio precoz y la importancia de derribar los estigmas.

¿El Alzheimer es causado por el envejecimiento?

Éste es un mito común, pero que debemos dejar de lado. Es cierto que el envejecimiento trae consigo cambios cognitivos y una disminución en la memoria, pero ésta no incapacita a las personas para vivir de forma independiente, explica la Dra. Hernández.

Por lo tanto, cuando la pérdida de memoria es patológica, no es consecuencia del paso de la edad, sino que podría ser indicativo de una enfermedad, como lo es el Alzheimer.

En ese sentido, la especialista explica también por que ya no es correcto usar el término demencia senil, pues este transmite la idea de que envejecer lleva a padecer demencia, cuando no es así.

La demencia es un síndrome que incluye a muchas enfermedades, es decir, muchos padecimientos pueden provocar la pérdida de facultades mentales, acompañadas de alteraciones de conducta y trastornos psiquiátricos. Si bien la más común es la enfermedad de Alzheimer, existen alrededor de 70 que la causan.

¿Es posible presentar Alzheimer siendo joven?

El Alzheimer no es causado por la edad ni el envejecimiento, por lo tanto, relacionarlo con las personas mayores es un error. Nuestra especialista explica que una de las clasificaciones para esta enfermedad, es su edad inicio, donde se divide en:

  • Inicio tardío o esporádico. Se refiere a aquellos casos donde la enfermedad de Alzheimer inicia después de los 60 años, aproximadamente 65, teniendo un componente genético menos claro que el otro grupo.
  • Inicio precoz. Aunque no solemos relacionarlo, el Alzheimer puede presentarse antes de los 60 años, incluso desde la cuarta década. Una de sus principales diferencias con la de inicio tardío, es su componente genético.

La Dra. Hernández, explica que cuando una persona inicia con síntomas de esta enfermedad antes de los 60 años, es muy probable que alguien de su familia la haya tenido, algo que no ocurre con la de inicio tardío o esporádica, pues una persona puede tenerla y no volver a presentarse en la familia.

¿Cuáles son los factores de riesgo para el Alzheimer de inicio precoz?

Nuestra especialista señala que, en general, se apunta a que la enfermedad de Alzheimer es multicausal, es decir, no se puede identificar una sola causa, hay varias asociadas al inicio de la enfermedad, sin embargo, en la de inicio precoz, el principal factor de riesgo es genético.

Existen 2 mutaciones en la enfermedad de Alzheimer de inicio precoz: una en el cormosoma 14, que es la alteración en el gen de la presenilina y otro en el coromosoma 1, cuando se altera el gen de la presenilina 2.

Por lo tanto, las familias donde se conoce que existe la mutación de estos genes, pueden tener consejo genético y plantearles el riesgo en caso de tener hijos, pues en su variante familiar, esta enfermedad puede transmitirse de generación en generación, hasta con un 50% de probabilidades.

De igual modo, cuando se sabe que existe estas mutaciones en la familia, es más sensillo identificar los síntomas precozmente y saber de qué se trata.

7 señales que deben alertarnos sobre el Alzheimer de inicio precoz

De acuerdo a la Dra. Hernández, las señales de alarma son similares, tanto en un inicio precoz como tardío y no se reducen a la pérdida de memoria:

  • Pérdida de la memoria inmediata, es decir, acontecimientos que se dieron minutos, horas o días antes, como si el paciente desayunó, se tomó un medicamento o alguien lo visitó. Esto suele manifestarse con preguntas repetidas, el mismo comentario varias veces…
  • Conservación de la memoria a largo plazo. En contraste, quien la padece, recuerda a detalle lo que ocurrió hace muchos años, en su infancia, juventud, en su historia de vida.
  • Dificultad para tomar decisiones, incluso las sencillas y cotidianas.
  • Alteraciones del lenguaje, como olvidar el nombre de las cosas. Cuando es frecuente, se vuelve una señal de alarma.
  • Desorientación en el tiempo y espacio: no saber el día o incluso qué ciudad o dónde vive.
  • Cambios de comportamiento o conductas extrañas, como guardar o esconder cosas que se consideran de valor. También se pueden incrementar algunos síntomas psiquiátricos, como la necesidad de deambular de un lugar a otro, lo que puede hacer que se extravíen.
  • Incluso es posible que manifiesten celotipia, acusar a su pareja de que los engaña, aunque no haya ninguna evidencia de que pueda ser real.

El problema cuando esta enfermedad es de inicio temprano, es que no siempre se considera el Alzheimer como primera opción, al menos que se tenga conocimiento del antecedente familiar, por lo tanto, puede llegar a confundirse con otras enfermedades.

Entre ellas, lo más común es asociar los síntomas de los pacientes con la depresión, algo que también ocurre con otros tipos de demencia que comienzan antes de los 60 años, como la demencia frontotemporal.

¿Es posible curar o detener el Alzheimer?

Desafortunadamente, la Dra. Hernández confirma que hasta hoy no existe ningún tratamiento farmacológico capaz de cambiar el curso de la enfermedad, detenerla o curarla.

Lo que sí existen, son fármacos específicos para la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, que mejoran la neurotransmisión de las neuronas que aún están vivas, lo que permite amortiguar un poco el impacto de la enfermedad o evitar que progrese rápidamente.

De ahí la importancia de un diagnóstico certero y tratamiento, pues tener acceso a estos medicamentos, ayuda a que la enfermedad progrese a una menor velocidad. Aunque no evitará que la persona continúe deteriorándose con el paso del tiempo, al ser una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable.

El problema con la variante precoz o familiar, es que es más agresiva, lo que se traduce en un pronóstico de vida menor para los pacientes, pues mientras alguien con un diagnóstico de enfermedad de Alzheimer de inicio tardío puede vivir hasta 20 años con la enfermedad, en la variante precoz, se reduce a alrededor de la mitad.

La importancia de romper el estigma del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer está rodeada de estigmas. Esto provoca que, muchas veces, tanto los pacientes como sus familias se aíslen, por vergüenza, provocando que el diagnóstico y tratamiento lleguen tarde.

Se trata de una enfermedad mental, neuropsiquiátrica, y, como tal, debemos romper los estigmas que la rodean y hablar de ella y de la demencia en general. Es importante sensibilizarnos como sociedad para que tanto los pacientes como sus familias se integren a la sociedad.

Si alguien de tu familia padece Alzheimer, acércate a las asociaciones. La Dra. Hernández explica que existen más de 20 estatales y más de 48 grupos de apoyo alrededor de la República Mexicana.

El tratamiento farmacológico es importante, pero también acompañarlo con otro tipo de terapias, dirigidas tanto al paciente como a su familia y cuidadores para afrontar este diagnóstico.

Informarnos es clave, pero también, ser empáticos frente a lo que viven las personas con enfermedad de Alzheimer. Entender que no se trata de una enfermedad de “viejos” y que merecen respeto y, sobre todo, inclusión.

 

Fuente: Salud 180

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