Salud

Diez formas en las que tu trabajo de oficina está arruinando tu salud

Por más que las empresas traten de ofrecer las mejores condiciones para sus trabajadores, existen factores que se convierten en peligros potenciales

El trabajo de oficina no está exento de amenazas para nuestra salud física y emocional. Muchas veces no son visibles a simple vista, pero los peligros se encuentran latentes a cada momento.

Y por más que las empresas traten de ofrecer las mejores condiciones para sus trabajadores, existen factores que se convierten en peligros potenciales.

A continuación te mostramos una lista, recopilada por ‘Bussines Insider’, de las formas en las que tu trabajo de oficina podría estar socavando lentamente tu salud.

Considera la posibilidad de cambiar estos malos hábitos por otros mejores para que te mantengas más feliz y saludable.

1. La silla podría estar quitándote años de vida

Pasar sentado largos periodos de tiempo puede causar grandes daños a la salud. No solo se trata de los dolores consecuencia de las malas posturas. Sentarse demasiado puede, incluso, llevarte a una muerte prematura. Esto debido a que existe un mayor riesgo de padecer trastornos como la obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, como explican los especialistas de la Clínica Mayo.

No obstante, el ejercicio físico puede ayudar, en gran medida, a reducir el riesgo de padecer estos males. Así, un estudio observacional encontró que los participantes que se movían por alrededor de dos minutos cada hora tenían un riesgo 33% menor de fallecer de súbito.

Por otro lado, estar encorvado regularmente al sentarse puede causar dolor de espalda y cabeza. Esto sucede porque al agacharse o inclinarnse los músculos y ligamentos del cuerpo se tensan para mantenerlo en equilibrado, lo que puede provocar dolor de espalda, dolores de cabeza y otros problemas.

2. Los viajes largos te quitan el sueño, aumentan el colesterol y también la depresión

Viajar diariamente más de 16 kilómetros puede ocasionar el aumento del nivel de azúcar en la sangre y también del colesterol, así se detalla en un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de San Luis y el Instituto Cooper en Dallas.

Pero eso no es todo. Un informe publicado por la Oficina de Estadísticas Nacionales en el Reino Unido encontró que las personas que viajan más de 30 minutos en autobús tienen los niveles más bajos de satisfacción con la vida. Incluso los ciclistas no están inmunes a los efectos nocivos de los viajes de larga distancia.

3. Las reuniones motivacionales, paradójicamente, pueden deprimir a las personas

En el sitio web de ‘The New Yorker’, Maria Konnikova exploró los efectos de requerir que las personas sean felices y optimistas en el trabajo. En resumen, rara vez funciona.

Un psicólogo organizacional le dijo que, si bien un ambiente de trabajo positivo suena bien, “la ironía es que cuando intentas que la gente haga algo positivo, no puedes hacerlo. Cuando se los pides, se convierte en algo falso y fingido”.

4. Trabajar más de 55 horas a la semana puede aumentar el riesgo de apoplejía

Investigaciones han encontrado que las personas que trabajan más de 55 horas a la semana tienen un 33% más riesgo de tener apoplejía, es decir, un ataque cerebral que se presentan de manera súbita.

5. Tener un mal jefe podría ocasionarte enfermedades del corazón

Un estudio sueco citado por ‘The Washington Post’ encontró que el estrés crónico causado por trabajar con un mal jefe estaba relacionado con un riesgo elevado de padecer enfermedades cardíacas, y cuanto más tiempo se trabaje para esa persona, peor parece ser el problema.

6. Trabajar de noche te va consumiendo lentamente

Las personas que tienen turnos nocturnos poseen mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, cáncer y enfermedades cardíacas, según menciona un artículo de ‘The Atlantic’.

Asimismo, un reporte de Harvard encontró que las personas que se despertaron más tarde en el día mostraron una disminución en la leptina, una hormona responsable de frenar el apetito, y un aumento en la hormona cortisol relacionada con el estrés.

No tener suficiente luz solar, por otro lado, puede ocasionar dificultades para conciliar el sueño y mayor dificultad para concentrarse cuando se está despierto.

7. El aburrimiento extremo puede matarte

Un estudio del University College London sugirió que quienes se quejan de aburrimiento tienen más probabilidades de morir jóvenes, y aquellos que reportan niveles altos de tedio son mucho más propensos a morir de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.

8. Mirar sin parar la pantalla de una computadora puede dañar – temporalmente – tu visión

Los ojos tienen músculos que los ayudan a moverse y enfocarse en diferentes objetos; sin embargo, si miramos a una pantalla a la misma distancia durante largo tiempo, a esos músculos se le dificultarán ajustarse una vez que nos movemos de nuevo.

Una forma de evitar la fatiga visual es implementar la regla 20-20-20: después de cada 20 minutos de trabajo, toma 20 segundos para mirar algo a 20 pies de distancia.

9. Los zapatos incómodos pueden provocarte lesiones en la columna vertebral, espasmos musculares y dolores de cabeza crónicos

Los tacones te podrán dar una buena presencia, pero también podrían estar causándote lesiones en la columna, espasmos musculares e incluso migrañas y dolores de cabeza crónicos. Esto debido a que los calzados inadecuados hacen que la espalda se doble.

Entre 2005 y 2009, en EE.UU., las visitas de mujeres a los médicos para los pies aumentaron en un 75%, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS).

10. Un mouse estático te hace propenso a sufrir lesiones por esfuerzo repetitivo

Si tu mouse permanece en el mismo lugar todo el día, puedes ser propenso a lesiones por esfuerzo repetitivo (RSI).

El RSI de la extremidad superior se produce cuando los tendones se tensan más de lo debido durante largos períodos de tiempo, lo que puede deberse a la repetición del movimiento, a una posición incómoda sostenida o al presionar prolongadamente contra superficies duras.

Una opción es usar una plataforma de mouse y un soporte de antebrazo. Otra opción es usar un teclado más corto para hacer menos movimientos laterales.

Fuente:  El Comercio

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