De la iglesia a las calles, todo puede ser corrupción y delincuencia

No pasa una semana sin leer en los periódico o escuchar en la radio un nuevo escándalo en nuestro pedazo de Republica, años y años en una supuesta y profunda investigación, pero cuando llega el día de la fiesta… Passs!! se escapa el susodicho, pero por suerte para las autoridades quedan los cómplices y los chivos expiatorios.
Ya se ha vuelto un patrón que el día que por fin van a atrapar el afanado delincuente, al último minuto se les escapa de las manos y eso lleva a muchos a la misma pregunta ¿si la investigación era tan vieja por que esperan tanto teniendo las pruebas para actuar?
¿Con qué autoridad estarán tan pegados los delincuentes que siempre tienen informaciones de primera?
Pues te ponen esas preguntas en un examen de transparencia judicial y con seguridad eres un quemado más, en un país tan pequeño se supone que no debería haber tantas sorpresas, pero aquí pasa todo lo contrario. Quien menos esperas es uno de los que mueve el caldo de la delincuencia, expeloteros, políticos, empresarios, jueces, fiscales ¿y quién falta, el monseñor, el obispo o alguien más arriba de la iglesia?
Aunque ya nada de eso sería algo de impacto, pues el país y el resto del mundo cada día están más de cabeza.
Por: Mercedes Pujols
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